miércoles, 2 de junio de 2010

Mi padre ... (colab. Adriana Guzmán, Chile-USA)


Todos hablamos de la madre y de como celebramos su día, pero hoy quiero escribir y contarles sobre mi padre, un hombre maravilloso que nos dejó hace unos meses atrás, y que a pesar del tiempo, su ausencia todavía duele.
Mi madre murió cuando yo tenía 15 años dejándonos en la mas profunda tristeza a mis hermanos y a mi. La menor de mis hermanas tenía solo 5 añitos. Mi padre entonces se convirtió en padre y madre dándonos las mejores enseñanzas, cuidados y ejemplos. Algún tiempo después se volvió a casar con una excelente mujer que nos dió dos hermanos más, que lo acompañó hasta el día de su muerte y que hoy, a pesar de estar todos mayores, nos apoya y escucha cuando nos baja la nostalgia por él. Mi padre era un hombre muy especial, nunca fue intruso ... jamás se metió si uno de nosotros tenía un problema pero no dormía si lo teníamos y siempre a través de la mamá (su esposa) se mantenía pendiente. Ahora cuando le pedíamos un consejo se lo tomaba bién en serio, insistía hasta que las cosas estuvieran a su pinta, a su manera, como él creía que era mejor para sus hijos. Nunca se equivocó en un consejo o enseñanza. El era un hombre machista pero vivía muy felíz pues ninguna de sus cinco hijas o nietas somos esposas sometidas :), él decía con orgullo "ahí manda calzón".
Jamás permitió una falta de respeto entre hermanos. Para él y la mamá todos éramos Londita, Marcelita, Waldito, Nanita, etc., y él para nosotros era "el papito". Nunca fué un padre arrullador, ni andaba con besos y abrazos, pero cada vez que se despedía de uno de nosotros, le dábamos un beso en la frente y él decía "papá ama hija" y uno respondía "hija ama papá".
Podría escribir tantas cosas hermosas de nuestra vida y niñez junto a él, pero lo más importante fué su mejor enseñanza y la que nos ha mantenido unidos hasta hoy. Cuando éramos chiquitos y algunos no tanto, nos sentó a todos alrededor de una mesa y nos pasó un palo de fósforo a cada uno ... nos dijo: "pártanlo en dos" ... claro, hacerlo fue super facil. Luego nos pasó siete palitos a cada uno y nuevamente nos dijo: ´"júntenlos y pártanlos en dos"... por supuesto que ninguno pudo hacerlo ... entonces nos dijo: "así es como tienen que mantenerse toda la vida, los siete unidos, pues nadie podrá con ustedes".
Mi padre, un hombre con tantas ganas de vivir, tan activo, con tantos proyectos. Excelente padre y amigo de sus hijos ... se fue tranquilo, casi conversando conmigo, solo cerró los ojos y dejó de respirar. Nadie en casa quería que ese momento llegara, pero a la vez, él tenía que descansar. Eran muchas cosas que le estaban quitando la vida, pero se resistía a dejar esta tierra, que para él era tan hermosa, tan maravillosa. Lo extraño enormemente, todos los días hablábamos y su voz, sus consejos, me hacen mucha falta. Necesito más tiempo para aprender a vivir sin esa parte tan importante de mi vida. Mi padre fué y es el hombre que más he admirado. Todo en él era muy especial ... su caracter, sus cuentos, su forma de ver las cosas, su alegría, su manera de vivir ... fué la persona más maravillosa que conocí y de la cual me siento muy orgullosa.
Le rindo un pequeño homenaje a ese papá viril, campechano, de mirada frontal, de gran humor y de gran seriedad, cariñoso. Con los meses, a mi viejo lo ando trayendo puesto, va en mi hombro como compañero, consuelo, también para mostrarle el mundo que me toda vivir. La memoria lo aseda, lo perfecciona.
(Adriana Guzmán Ruíz-Tagle)



jueves, 6 de mayo de 2010

Lucho Barrios y mi amigo del puerto ...



Falleció Lucho Barrios, cantautor "popular" peruano, catalogado como "cantante cebolla". Sin ser del gusto de muchos, una gran mayoría hemos tarareado sus canciones en alguna ocasión, aunque dificilmente hubiésemos comprado un CD. Son canciones sentidas, lastimeras, que hablan de olvidos, traiciones, amores, desamores, tragedias ... y toda la miseria del ser humano.
Pero hay una, "La Joya del Pacifico", convertida casi en un himno, es quizás la más conocida porque habla de nuestro Valparaíso. Chilenos y extranjeros han disfrutado de ella, alguna noche de diversión en El Cinzano o en el Jota Cruz, lugares típicos de nuestro "puerto principal" (como dice la canción), donde se pasean los cantores alrededor de las mesas en busca del aplauso o de alguna recompensa económica.
Sin duda la más trágica de todas, según yo, es "Señor Abogado". La conozco muy bién, porque me hace recordar a un viejo amigo, oriundo de Valparaíso, quien en más de una ocasión, compartiendo un asado de esos con mucha conversa (es él un gran conversador), comida y vinito, se ha atrevido a cantarla, seguramente añorando sus antiguas andanzas por el puerto; aunque ¡¡¡solo no se atreve!!!, hay que acompañarlo en el coro. Sirva esta nota como un saludo para el amigo y una despedida al cantor popular.
""Déjeme tranquilo señor abogado, no quiero defensa, prefiero morir, yo la ...."


lunes, 3 de mayo de 2010

Te cuento de Hunter (colab. Graciela D`Anna, Argentina)

Mane, te mando este adjunto muy especialmente, porque sé como te amas a los perros. Nosotros tuvimos uno. Te cuento la historia : Desde chica le tuve terror a los perros, de grande también. Cuando veía uno en la calle, y no te digo, cuando veía acercarse a un paseador con varios perros, cruzaba a la otra vereda y, si tenía que pasar al lado de ellos, se me helaba la sangre literalmente. Si iba de visita a una casa desconocida, lo primero que preguntaba era si tenían perros, y si me decían que sí, pedía por favor que lo encerraran o que no le permitieran que se me acercara. Esto hasta 1994. Cuando volvimos de España y nos establecimos definitivamente en el piso en el que aún vivimos, mi marido quiso comprar un perro, yo, por supuesto, dije que NO, pero los chicos quisieron y ganaron 3 a 1. Entonces, yo dije muy decidida que lo compraran pero que ellos se ocuparan del animal y no contaran conmigo para nada, Un día de Noviembre de 1994, nos trajeron dentro de un bolso una bolita de pelo negro, con dos luceritos y un morrito brillante, llamado Hunter. Era un cachorrito de ovejero alemán de pura sangre, registrado, nacido en la perrera de la División Perros de la Policía. ¡ Qué te puedo decir ! Fue amor a primera vista, me enamoré de esa "personita", y -por supuesto- me ocupé de él, más que eso, lo adopté y él me seguía a todas partes. Fué su gran compañero en la adolescencia de mi hijo, lo metía en secreto en su habitación, y Hunter sabía que si oía llegar a alguien, debía esconderse bajo la cama. Para mi marido y para mi fue como un hijo más. Aún de grandote, me encantaba darle de comer de mi mano, y hacerlo jugar con el chorro de agua de la manguera. Su tamaño y su estampa imponían más que respeto a los ajenos, pero en casa y con los chicos en la plaza, era un buenazo, juguetón, y que robaba las pelotas y los "hot dogs". Teníamos que ir al parque con dinero suficiente para reponer pelotas y "panchos". Finalmente, un día se enfermó, ni el veterino nos supo decir porqué, y el 18 de Diciembre de 2003, se nos fue para siempre, algunas semanas después mi hijo se fue de casa. Bueno ese mes se me fueron dos hijos, uno definitivamente y el otro a hacer su vida alejado de nosotros. Tenemos una foto de Hunter junto con todas las fotos familiares. Nunca quisimos otro perro, porque como dice mi marido, los amores no se reemplazan. Bueno esta parte no la había contado. Te la dedico.
Gra